¿Sabías sobre la importancia del rol que cumplen las abejas en el ecosistema?
¿Te imaginas qué sucedería si dicho animalito no ejerce su rol?
“Más allá de la elaboración de miel, la labor más destacable de las abejas es la polinización. El transporte de polen favorece la fertilización y la formación de frutos y semillas; de ello depende parte de la producción alimenticia y la biodiversidad mundial. Sin ellas desaparecería el 60% de las frutas y hortalizas, además de unas 25,000 especies de plantas con flores, se reduciría la diversidad de alimentos y mermaría la actividad agrícola. La falta de abejas podría llevar a situaciones de escasez de alimentos, e incluso al desequilibrio económico.” (fuente: https://myanimals.com/es/la-importancia-de-las-abejas-en-el-ecosistema/)
Un buen ejemplo de ello es una película infantil titulada ´´Bee Movie: La historia de una abeja´´ en la misma, una joven abeja al descubrir que los humanos, por muchos años, han robado, comido y comercializado la miel de las abejas, decide demandarlos. Al ganar la demanda, la acumulación repentina y masiva de miel ha dejado a cada abeja sin trabajo, por ello se concentran en disfrutar de la vida. Como resultado, sin nada que las polinice, las flores del mundo empiezan a extinguirse. Lo que nunca imaginaron era que, al descuidar sus funciones, el ecosistema colapsaría y toda la naturaleza empezaría a morir.
¿Qué acontecería si los insectos no cumplen con su rol?
¿Y si la naturaleza se negara a realizar su magnífico papel?
¿Y si el sol dejara de dar su calor?
¿Y si como cristianos dejamos de lado nuestra misión? ¿Quién mostraría el camino al padre?
La clave está en el equilibrio, es imperante buscar el equilibrio perfecto y adecuado, junto con la armonía, entre los roles y las funciones que nos corresponden desempeñar según la edad y las responsabilidades de la vida que nos competen, dígase, familia, iglesia, estudios, trabajo, etc.
Que no veas las drásticas consecuencias que tus acciones pueden causar, no significa que la realización de tus roles no sea importante o que dichas consecuencias no existan.
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En Lucas 11: 42, al igual que en Mateo 23:23, Jesús le llama la atención a los fariseos y les dice que les era necesario hacer lo uno, sin descuidar lo otro. No hay excusas para descuidar nuestros roles o funciones dentro del cuerpo de Cristo, ni fuera de este.
Asume tus responsabilidades, aunque no veas los resultados inmediatos, que Dios se encargará de bendecir y prosperar el trabajo de tus manos.
Y recuerda que todo lo que hacemos, lo hacemos para el Señor (1 Corintios 10:31) y que al final, Él es quien da la recompensa (Colosenses 3:23-24).
Dios te bendiga y te guarde.