Amor en tiempos de Pandemia

Han pasado justo 2 meses de cuarentena obligatoria producto del Covid-19, definitivamente han sido días llenos de muchas emociones, algunas buenas y muchas no tan buenas, pero estas son las que realmente teníamos en nuestro corazón y quizás sólo estaban ocultas.

Dos meses en el que se nos ha sacado de nuestras rutinas, aquellas que creíamos controlar y nos permitían mantenernos en una zona de confort en todos los aspectos de nuestras vidas a pesar de los momentos difíciles que se nos presentaban.

Hoy vemos de manera palpable la fragilidad de la vida y comprendemos aún más el ejemplo usado por Santiago en la biblia, “Ciertamente es como neblina, que se aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece.”

Esta fragilidad es la que nos ha llevado a reflexionar durante este tiempo en lo que realmente importa, y al sumarle el pegajoso eslogan usado en todo el mundo “quédate en casa” se nos da la respuesta implícitamente, la familia, y lo que nos une, el amor.

Hablar de amor por sí mismo implica muchas variables, pero quisiera sólo tocar algunas,

¿Que dice la biblia sobre el amor?

De todo, la biblia nos habla del amor en todo su esplendor, en todas sus facetas, pero aún más importante nos orienta a conocer la fuente del mismo.

1 Juan nos da una interesante perspectiva sobre el amor, incluso indica que Dios es amor, pero no solo esto, sino que el que no ama, no ha conocido a Dios y no puede decir que ama a Dios.

Jesús, al preguntarle sobre el mandamiento más importante respondió “amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.” E indicó que el segundo era similar “el amar al prójimo como uno mismo.”

Esta es una respuesta interesante, básicamente la ley se basa en el amor, no en restricciones. Cuando amamos genuinamente entonces no cometemos pecado.

Pero también es importante porque nos recuerda que al momento de hablar de amor, es imposible no hablar de Dios.

Entonces, ¿Estamos amando a Dios en medio de esta pandemia?
¿Todo nuestro corazón, nuestra alma, mente y fuerzas están concentradas en amar a Dios?

Si estas respuestas son negativas, creo que no es necesario seguir leyendo, y es justo el momento en que debes soltar lo que estás haciendo y hablarle a Dios en oración pidiéndole que te ayude a amarlo como él lo merece, si ese amor no está en buen estado, ningún otro tipo de amor del que podamos hablar marchará correctamente.

De hecho, cometeremos aún más errores porque vamos a querer llenar ese espacio con otro amor, quizás un hijo, un esposo o cualquier otra cosa, lo que nos llevará a ponerlo en el lugar especial de Dios, por lo que se convertiría en un ídolo.

Esta pandemia nos está ayudando a identificar los ídolos que tenemos en nuestro corazón y que le están quitando el tiempo y espacio al dueño, Nuestro Dios!

Hablar de amor nos lleva a 1 corintios 13 donde Pablo nos enseña que haga lo que haga, tenga el ministerio que tenga, tenga el don o talento que sea, al final, si no tenemos amor, esto para nada nos sirve.

Pablo nos enseña algunas características del amor:

  • es sufrido,
  • es benigno;
  • el amor no tiene envidia,
  • el amor no es jactancioso,
  • no se envanece;
  • no hace nada indebido,
  • no busca lo suyo,
  • no se irrita,
  • no guarda rencor;
  • no se goza de la injusticia,
  • mas se goza de la verdad.
  • Todo lo sufre,
  • todo lo cree,
  • todo lo espera,
  • todo lo soporta.
  • El amor nunca deja de ser.

Como vemos, el amor no es maripositas en el estómago, implica algo aún mayor, que de una manera u otra nos lleva a renunciar a las emociones pecaminosas con el fin de mantener la pureza del mismo.

¿Esa persona que amas, pasa por el filtro de 1 Corintios 13?

No es que te preguntes si esa persona estaría dispuesta a pasar ese filtro por ti, es tú ponerte en el filtro mismo y verificar si estarías en disposición de cumplir con toda la lista por mantener el amor, recuerda que el amor nunca deja de ser.

Procuremos no tomar desiciones permanentes por emociones temporales, busquemos amar de verdad.

Noviazgo, en tiempos de coronavirus

No podríamos contar la cantidad de novios que tenían planeado casarse en estos meses, incluso, muchos habrían hecho grandes inversiones para su boda, y de repente los planes cambiaron.

No imagino estar en los zapatos de esos ilusionados novios que esperaban sólo el día para darse en matrimonio, esto ha de ser difícil, pero la forma en que enfrenten esta situación hablará de cómo tomarán decisiones en el futuro.

La verdad es que la vida está llena de imprevistos, de cosas que salen de nuestro control, y como pareja deberán dar la cara juntos a las decisiones que deben tomar.

El noviazgo es un excelente tiempo de planificación con relación a la vida que iniciarán juntos, es normal pasar mucho tiempo juntos, principalmente las noches al visitarse o salir a dar un paseo.

Ahora no hay visitas y no hay paseo, es ahora donde darán lo que realmente darán durante su vida juntos. Fortalecer la comunicación sería la mejor decisión en este tiempo.

Quizás estar un poco a distancia era necesario porque estabas excediendo los límites del noviazgo, si esto te sucedía, este será un buen tiempo para acercarte más a Dios y pedirle fuerzas para mantenerte en pureza sexual.

Recuerda que el amor no hace nada indebido.

Como dice aquella canción: “que espere, si te quiere que espere, déjalo que desespere, y se marcha tenia otra intención”.

Matrimonios, amor y pandemia

Si estás o no casado hay una verdad que debes saber, el matrimonio es hermoso, incluso la biblia lo compara con la relación que existe entre Jesús y la iglesia, definitivamente es lo mejor que nos puede pasar, pero no todos los días son color de rosa.

Una cuarentena nos obliga a pasar mucho más tiempo del que estamos acostumbrados con aquella persona a la cual le prometimos estar en las buenas y en las malas, quizás para una pareja de recién casados una cuarentena sería un regalo perfecto para poder extender su luna de miel.

Estos tiempos tienden a exhibir la verdad de lo que somos en el interior, esas actitudes que aún no han sido trasformadas por el señor, esos pecados ocultos y esas debilidades con las que luchamos. Como cónyuges debemos ser sabios a la hora de lidiar con estas debilidades de nuestra pareja y actuar con el fin de fortalecerse mutuamente.

Pero la verdad es que producto de la realidad que vivimos nuestras emociones también sufren algunos cambios, estamos más susceptibles y tendemos a magnificar las cosas, razón por la que a veces nos irritamos con facilidad por sencilleces.

Es aquí donde la comunicación efectiva se hace cada vez más necesaria, digo efectiva porque tendremos que saber la forma en que decimos las cosas, las palabras que decimos y tono con que lo decimos. Sinceramente esto no debe limitarse a estos días difíciles, esto debe ser lo normal.

Este tiempo extra que pasaremos juntos debería ser utilizado intencionalmente para fortalecer nuestra relación, lo que me lleva a preguntarme, ¿estamos aprovechando realmente esta crisis? ¿Que cosas estamos haciendo para que nuestro matrimonio sea más fuerte?

Pensemos por un momento ¿cuántas veces me sentí incómodo esta semana con mi pareja?, ahora pensemos, ¿cuantas veces trate de agradar a mi pareja? Medita un poco en este balance, tratemos que los disgustos sean menores que el esfuerzo por agradarle. Esto lo haremos cuando dejemos de ser egoístas, queriendo sólo ser complacidos y no esforzarnos por complacerle.

Claro, cada matrimonio tiene realidades distintas, nunca será justo comparar una pareja de recién casados, sin hijos, con una pareja con niños pequeños o una pareja de 50 años casados, pero la verdad es que aunque sea injusto, el matrimonio es algo que aceptamos vivir no importando las variaciones de la vida.

La biblia siempre nos ayudará con los diferentes retos que podamos enfrentar, cuando vivimos de acuerdo a un modelo bíblico vemos como todo fluye con naturalidad.

Pablo, escribió a los efesios varios consejos para el matrimonio, me llama la atención la forma en que termina el tema:

“Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.”

Efesios 5:33 RVR1960

Al hombre, que por naturaleza somos más prácticos que emotivos, nos invita a que amemos a nuestras esposas, en nuestro rol tendremos varias responsabilidades, de cuidar, proteger y suplir pero Pablo no se detuvo a recordar esas, el nos invita a amar, porque ellas, al ser más emotivas, necesitan esa parte emotiva nuestra.
Obviamente, cuando tú amas, te preocuparas por ella y cumplirás con todas las demás responsabilidades.

Pero a la Mujer, que es más emocional, (aunque también practica), le aconseja que respete a su marido.

No quisiera agregarle palabras a lo dicho por Pablo, pero hay un gran secreto en un matrimonio donde el hombre ama intencionalmente y la mujer es respetuosa.

Y ya que estamos hablando de los consejos de Pablo para el matrimonio, quisiera dejarles esta cita cómo recordatorio para todos los matrimonios:

“El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.”

1 Corintios 7:3-5 RVR1960

Nada que agregar!

Recuerda

El amor no cambia, estés viviendo en tiempos saludables o tiempos de coronavirus, el amor, no deja de ser!. Por más difícil que veamos las cosas, la verdad es que quienes cambiamos somos nosotros, no el amor.

Dios es Amor! también en tiempos de pandemia.

Publicado por:

Un comentario

Deja un comentario

Más contenido de este autor:

Biblia

Espíritu Santo, ¿forma impersonal de Dios?

La realidad de la Trinidad de Dios lo presenta como un solo ser expreso en tres partes, El Padre, El Hijo y el Espíritu Santo, no tres características, no tres formas, sino tres personas que forman un Dios.

Amistad

Amistad con propósito.

Queremos que estés consciente de la importancia que tiene la amistad, y de por qué debemos escoger sabiamente quienes son nuestros amigos, pero aun más allá, quisiéramos que tus amistades tengan un propósito especial.